La limpieza es esencial para el cuidado de la piel. No es sólo el primer paso, sino que también EL MÁS IMPORTANTE y no debes dejar de hacerla durante el día y la noche. De esta forma, eliminas las impurezas que puedan obstruir tus poros e impiden que la piel respire. Además, evitas la aparición de granos o espinillas y, algo muy relevante, el envejecimiento prematuro de la piel.
¿Cómo hacer una limpieza adecuada?
Para empezar, tienes que saber que tu rutina debe hacerse DOS VECES AL DÍA, en la mañana y en la noche, ya que en el transcurso del día tu piel se expone a múltiples factores externos, especialmente a la contaminación ambiental, que genera una alta cantidad de impurezas.
Mientras duermes el proceso de renovación celular es más intenso, por lo que conviene tener la piel limpia antes de aplicar el tratamiento, para que este penetre bien y cumpla su función de la mejor forma. Por las mañanas, es muy importante volver a realizar tu rutina, porque durante la noche la piel produce células muertas y elimina toxinas que debes remover, también te permite tonificar el cutis y bajar la inflamación del rostro.
La manera correcta de realizar la limpieza es aplicando una pequeña cantidad de Gel limpiador facial en tus manos y luego esparcirlo sobre tu rostro, masajeando con movimientos circulares para que de esta forma el gel penetre en profundidad. Repite el procedimientos en las zonas que son más propensas a tener puntos negros como la Zona T.
Y ahora, ¿qué NO HACER en tu rutina de limpieza? Muchas tendemos a no darle gran importancia a la limpieza facial, pero ¡OJO! Estos son los 7 errores más comunes y que por lo general pasamos por alto:
- NO LAVARTE LAS MANOS ANTES. ¿Suena lógico o no? Hacerlo evitará que las bacterias pasen de tus manos a tu cara.
- NO DESMAQUILLAR ANTES. Este paso es clave. Lo ideal es que antes de aplicar el Gel Limpiador, remuevas los restos de maquillaje con una capa oleosa, como nuestro aceite de Rosa Mosqueta.
- USAR AGUA MUY FRÍA O MUY CALIENTE. El agua muy caliente o fría puede irritar tu piel o causar la rotura de los capilares. Lo del agua fría para cerrar poros es un mito, así que mejor opta por agua tibia para lavar el rostro.
- USAR EL GEL LIMPIADOR DIRECTAMENTE. Es mejor humedecer tus manos y luego agregar el Gel, para luego aplicarlo con movimientos circulares y desprender la suciedad.
- NO ENJUAGAR BIEN. Tómate el tiempo que necesites para lavar tu rostro, si dejas un poco de limpiador en la cara se obstruirán tus poros y te saldrán granitos.
- EXFOLIAR TODOS LOS DÍAS. La exfoliación debe hacerse 2 veces por semana, o cada 15 días si tu piel es muy sensible. La fricción diaria es agresiva y debilita la barrera cutánea que nos protege de los agentes externos.
- TE SECAS BRUSCAMENTE. Recuerda que la piel de tu rostro es delgada y que los movimientos fuertes la dañan. La forma adecuada es secar a toquecitos, con una toalla limpia que sea exclusiva para tu uso facial y que laves cada tres días, para reducir el riesgo de infecciones.
¿Por qué te recomendamos nuestro Gel limpiador?
Porque gracias a los tensoactivos de ORIGEN VEGETAL, limpia profundamente. Además, gracias a su extracto de Pomelo orgánico atraviesa hasta las capas más profundas de la piel, estimulando la renovación celular, activando la microcirculación, eliminando células muertas e irregularidades. También posee un efecto aclarante y antimanchas, que combinado con su aceite de maqui bloquea la acción de los radicales libres y evita el envejecimiento prematuro de la piel.
Te invitamos a visitar nuestra Rutina Detox de 7 pasos para un mejor cuidado de tu piel.
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